Oportunidad única para clubes profesionales de ámbito nacional e internacional. Persona responsable y trabajadora busca empleo como entrenador de porteros en ciudades, países y continentes de cualquier parte del mundo. El trabajador acepta un periodo de prueba de 7 días hábiles de trabajo con la única contraprestación económica del pago del viaje, alojamiento y comidas.
Si el club, al término del periodo de prueba, justifica la incapacidad de este en base a su escaso conocimiento, habilidades, implicación y compromiso para el desempeño de sus funciones como entrenador de porteros, recibirá del aspirante una indemnización con el pago del importe total que aparecerá en un contrato pactado y firmado de antemano antes del comienzo del periodo de prueba.
En las condiciones del contrato se debe de incluir un salario digno que muestre un respeto hacia la dignidad y el trabajo del solicitante de empleo, que diera la posibilidad a este de poder cubrir unos mínimos razonables en cuanto a la calidad de vida. En el acuerdo económico el aspirante tendrá en cuenta la entidad del club contratante, su potencial económico y posibilidades, no debiendo ser este aspecto ningún problema para clubes de fútbol denominados “profesionales”.
La duración del contrato puede ser también pactada de antemano y el importe de la indemnización, en caso de que el club justificara y documentara la incapacidad del aspirante, cubriría la totalidad del contrato. Mediante este acuerdo no hay “perdida” posible para el club o la entidad contratante. En caso de que las capacidades y habilidades del aspirante cubrieran las necesidades de la entidad este daría valor a su departamento de porteros. En caso contrario tendrían una inyección económica de un importe que ellos mismos podrían determinar.
¿La frase del día de hoy? “La confianza en uno mismo es el primer secreto del éxito” (Ralph Waldo Emerson). El trabajo es la suprema dignidad del hombre y debe emprenderse con excelencia esmerada pues el mundo nos debe a cada uno la oportunidad de ganarnos la vida y nos toca a nosotros demostrar que somos merecedores de esta. No hay símbolo de gratitud más grande que el de sacrificar parte del tiempo de nuestras vidas para llegar a la excelencia en el trabajo. Desde Bermeo como siempre con amor, mucho amor, ese que algunos, solo algunos, conocen como Jon Pascua Ibarrola. La confianza, como el respeto, comienzan por uno mismo. Feliz día de los Santos Inocentes.