Tras cerca de ocho meses alejado de los terrenos de juego, uno no puede más que estar agradecido de volver a lo que es su pasión, su vida y su trabajo. Sin ser lo que uno esperaba, he de decir que es más de lo que uno necesita para ser feliz en la vida, y todo ello a pesar de la distancia, que os aseguro que no es poca.
Cerca de 30 horas distribuidas en 3 aviones y 2 escalas tienen la culpa. Bilbao – Londres – Tokio – Manila ¡Casi nada! Un viaje y una aventura que me darán la oportunidad de vivir con cierto adelanto respecto a Europa. Nada menos que 6 horas es la diferencia horaria, algo que dificulta en cierta manera el contacto con la familia, amistades y gente cercana.
La vuelta al trabajo ha venido acompañada de gran cantidad de mensajes, tanto a través de las redes sociales como de forma privada, mediante las cuales he podido apreciar una vez más el respeto y el cariño con el que tratáis tanto mi persona como mi trabajo. Es por esta razón que no podía dejar pasar la oportunidad de agradeceros a todos, con todo mi corazón, el tiempo que habéis empleado en escribirme unas palabras que definitivamente me han llegado profundamente al alma.
Tras haber realizado 3 sesiones de entrenamiento con el combinado nacional y 2 con el Global F.C (club con el que también colaboro) he tenido la oportunidad de disfrutar de 5 días libres antes, de hoy mismo por la mañana, volver al trabajo. Días que he aprovechado para desplazarme a la isla de Mactan en la provincia de Lapulapu, situada junto a la costa de otra isla, la de Cebu.
De nuevo, he podido disfrutar del sol, de la arena, de la brisa, de la playa, del mar y de ese peculiar olor a sal que tanto me apasiona. Unos días que me han servido para cargar las pilas antes de entrar de lleno en este trabajo que tan feliz me hace. A pesar de que ya durante la semana pasada di comienzo de veras al trabajo, estableciendo lo que serán los patrones técnicos básicos junto con la introducción de lo que va a ser nuestra “cultura” de entrenamiento.
Para que os hagáis una idea de lo que es el proceso y su puesta en marcha e implementación, durante las próximas semanas, os iré contando cuales son las reflexiones que me llevan a trabajar de una manera u otra en este sentido, y como voy desarrollando “sobre la marcha” todos los conceptos.
Y digo “sobre la marcha” porque tengo que ir viendo como los porteros asimilan ese cambio, y la mejor manera (menos agresiva y sin tocar la autoestima) de implementar el modelo que vamos a desarrollar. Os aseguro que esta es la parte que más me apasiona de mi trabajo, primero porque es una especie de “crear”, y segundo porque el reto es hacerlo en el menor tiempo posible y con la competición de por medio.
¿No es apasionante de verdad? En estos momentos estoy en el aeropuerto de Cebú (esperando un vuelo que lleva varias horas de retraso), y tan solo pensarlo hace que se me pongan los pelos de punta. Así pues el “profe” vuelve a la carga con más energía que nunca mientras disfruta en el aeropuerto de un momento de vida interior con la canción “Mírate” de Aldrey. Por supuesto adjunto el enlace:
Una canción que he descubierto gracias a la dedicatoria de @fuchilacena737. Agradecerle desde aquí el detalle ¿La frase del día de hoy? Una del gran Steve Jobs, mejor dicho una reflexión: “Cada día me miro al espejo y me pregunto: Si hoy fuese el último día de mi vida ¿Querría hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta es no durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo”. Desde el aeropuerto de la isla de Cebú como siempre con amor mucho amor el “Profe”, también conocido por algunos, solo por algunos, como Jon Pascua Ibarrola.
Foto: Durante una de las sesiones de entrenamiento con la selección nacional de Filipinas durante la semana pasada (portada y arriba). La playa en la cual he disfrutado de esas mini-vacaciones de 5 días de la semana pasada).