El rol del entrenador de porteros dentro del cuerpo técnico

Un artículo dedicado a exponer mi visión personal sobre el rol del entrenador de porteros dentro del cuerpo técnico. Escrito y publicado durante mi etapa de cinco años (2010/2015) en el fútbol sudafricano.

Un breve artículo orientado a exponer de una forma breve y a grandes rasgos mi punto de vista personal respecto al rol que debe ocupar el entrenador de porteros dentro del cuerpo técnico o grupo de trabajo con el cual está colaborando. Para ello, voy a contestar dos preguntas que a todos los que tenemos la fortuna de tener este trabajo nos han realizado alguna vez:

Johan Neeskens, entrenador con el que trabajo en la actualidad.

¿Debe el entrenador de porteros tomar la decisión de qué portero debe de jugar?

Pienso que no. Considero nuestro rol similar al de los preparadores físicos en este aspecto, con la salvedad de que nosotros no nos preocupamos únicamente de la preparación física de los porteros, sino que también nos encargamos de su preparación técnico táctica y de ofrecer, incluso, un soporte emocional.

Esto último es algo que también pueden hacer los preparadores físicos, pero no de una manera tan específica como podemos realizar los entrenadores de porteros debido a las características y las particularidades de la demarcación. Nunca deberemos de sentirnos menospreciados porque el entrenador tome una decisión opuesta a nuestro punto de vista, aunque tendremos que estar dispuestos a debatirlas siempre y cuando este lo requiera.

Como norma general, en mi manera de trabajar, intento transmitir a los porteros mi valoración personal de la decisión siempre que esta sea también debatida con el entrenador y, sobre todo, cuando yo sea parte responsable de cualquier toma de decisión respecto a la titularidad, o no, de estos. Considero fundamental ser honesto y sincero con el jugador, y que la elección final debe de ser siempre responsabilidad del entrenador.

Esto además, nos otorga la posibilidad de estrechar aún más el vínculo con nuestros porteros, pues ellos nos verán siempre al margen de la toma de decisiones y este hecho favorecerá el que se abran algo más a nosotros, algo que será determinante para superar los momentos complicados de la temporada. A menudo hay que llegar a la persona para mejorar en lo deportivo.

Mis pensamientos en este aspecto no están orientados a huir de la responsabilidad de tomar una decisión, sino que más bien van encaminados hacia la búsqueda de una posición y un rol  que me permitan sacar el mayor rendimiento posible de los porteros.

 

Alex Bapela, uno de los componentes del cuerpo técnico.

¿Debe el entrenador de porteros sentarse en el banquillo?

En alguna ocasión he oido comentarios sobre la necesidad de que los entrenadores de porteros tengamos una acreditación similar a la de los preparadores físicos para tener con ello la posibilidad de ocupar una plaza en el banquillo. Personalmente nunca haría uso de ella a no ser que el entrenador principal me lo solicitara.

Normalmente un entrenador asistente ya ocupa plaza en el banquillo, y en algunos casos lo hacen incluso hasta dos, por lo que considero que nuestra aportación al entrenador principal en momentos del juego sería prácticamente innecesaria pues ya tiene la ayuda suficiente.

En cuento a la aportación que pudiera hacer al portero la considero también escasa, pues durante los noventa minutos de partido considero suficientes la órdenes que el entrenador pudiera darle. Sinceramente, desde un punto de vista discutible, personal y posiblemente equivocado, me parece algo innecesario.

Para terminar el artículo me gustaría comentar que tengo un gran respeto hacia mi trabajo y hacia la aportación que hago con este al cuerpo técnico con el que colaboro, pero la valoración que hago de mi rol jamás nada tiene que ver con la contestación de forma afirmativa a las preguntas más arriba realizadas. La valoración de mi rol dentro del cuerpo técnico vendrá determinada por el espacio que me otorga el entrenador principal, dentro de su línea o estilo de trabajo, para desarrollar el mío.

Sudáfrica, 28 de abril 2012.